Bebes mis suspiros
hasta la inconsciencia,
saboreando la esencia
que fluye en tus latidos,
deshilvanando hilos
de las ganas contraídas,
sobre la piel encendida
que arbitra este delirio.
Te aprietas al cinto
que nos estrecha de adentro,
pecho contra pecho
con los labios derretidos,
galopar de fluídos
en su viaje más salvaje,
recorriéndonos el talle
desordenándonos los ritmos.
Alzas mi silueta
cargado de munición,
embistiendo la tentación
donde el amor nos aprieta,
levitar de las esencias
en el hábitat del fuego,
tan irreversiblemente nuestro,
que nos traen como nos llevan.
Esencia