FRONTERA DE LOS MILAGROS
Desnudo mi verso al aire
dejando su piel despierta,
donde despliegan los detalles
la dinamita de su fiera.
Me cubro con los suspiros
que inflaman toda mi hembra
en prenda del primitivo
deseo que nos regenta.
Trueno en los excesos
que presos piden clemencia,
a las rejas de mis pechos
que yerguen en tu presencia.
Suelto el fino lazo
del raso que tu tacto lleva
a la hoguera de tu descaro
que tímido mi fiebre aprieta.
Vuelco la llama en letras,
siguiendo la senda de tus labios,
húmedo asalto en guerra
con las fronteras de los milagros.
Esencia
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