Mi piel
está tan viva
como mi sangre,
esparce
entre su poros
un viento
que sopla directo,
donde el deseo
late
y me hace fuego
en el juego
de saciarme.
Mi ombligo
es un cráter
efervescente,
ardiente
gruta que convulsa,
cual intrusa
me arremete
su serpiente,
serpeando sutil
con el cargado fusil
entre sus dientes.
Mi boca
es la incógnita
y el sinónimo,
indómito
el deseo
que la provoca
a morderse sola,
ansía tu visita
y tu estancia,
tu arrogancia
cuando cede
a serle por siempre
el fiel abrigo,
el animal mordisco
y todo cuanto quiere.
Esencia
Intenso :)
ResponderEliminar¡Me ha encantado!
sudor que quema
ResponderEliminarel flujo envolvente.
serpenteo silente
sobre la geografia,
de tu fantasia
desplegada en piel,
para morder la miel
que enfurece tu saliva...
Helena graciasss por tu visita , saludos llenitos de esencia
ResponderEliminarRoberto...que mi silencio te rebele lo que me has hecho sentir...
ResponderEliminarCon toda esencia.