Huele la luna a versos
y mi piel a tus instantes,
rosas de mi carne
deshaciéndose por dentro
en la esperanza del cielo
que tus besos me laten.
Suelta el amor sus gotas
rociando mi piel blanca,
con los suspiros del habla
tartamuda de las sombras,
donde la luz nos deja a solas
para sucedernos de alma.
Llega a mis huellas tu llamada,
como un lazo que se anuda
soltándonos como lluvia
la sangre que nos declara
poemas de viva magia
y magos de la fortuna.
Ofrenda su vigilia las pupilas
del corazón que bullente
lento y seguro se entromete
para desnudarme viva,
y concederme a las caricias
que tu amor me desee.
Esencia
Hermoso mi niña, como siempre son suaves e intensas tus palabras, tanto que hacen vibrar.
ResponderEliminarUn beso y un susurro con mucha dulzura
Precioso.
ResponderEliminarTus entradas transmiten mucho.
Un saludo!
Siento siempre tus versos no como palabras inmóviles sino como un susurro cargado de ternura y sensualidad. En este poema, cada verso va escalando en una llamada de nostalgia y deseo, un deseo que no agota distancia ni ausencia. Y esas metáforas con rosas y carne me encantan. Es una imagen que me parece muy excitante. Preciosos versos.
ResponderEliminarBesos.
un poema muy sensual y lleno de ternura a la vez...
ResponderEliminarSensualidad pura...me encantó!!
ResponderEliminarUn beso