Se deslizan las culebras de tu tacto,
en el sacro incendio de mis venas.
supuran poemas por los poros del milagro
en un rapto voluntario que envenena.
Crujen las pompas que enjabonan el aliento,
suenan los ecos cuando gimen las entrañas,
azúcar de caña fustigando el momento
de fragua los cuerpos donde se hacen agua.
Resbalan los pasos dejando huella,
bebiendo estrellas en lo salado
que se hace lago entre las piernas
que s enos trenzan a lo impensado.
Blanca espuma vistiendo el vaho
de los cristales que se convulsan,
y nos dibujan en el estado
de derramarnos los dos a una.
Esencia
erizas.
ResponderEliminarguapisima.
Saludos siempre esencia.
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