Muerde el viento que espolvorea fugas,
para quedarme en las alturas de tu fuego,
para no escapar en vuelo a tu locura
y beberme la luna con poquito hielo.
Perturba la falda de mis fantasías
donde ansías coserme a la pared de tu cuerpo,
y mordisquea el extenso de mi geografía
con total alevosía y el narcótico de tu sexo.
Devora la carne abierta a los fluidos,
manjar en cinto de tu excitada tormenta,
tensa mi espalda como el arco de tu tiro
y deja que el delirio sea cuanto nos envuelva.
Brinda con la efervescencia que me mece,
en el vientre donde el rompeolas se desala,
y anula las alas para quedar perenne
donde se prende la chispa ahogada la llama.
Muerde el cansancio y deja que salga
la nueva cabalgata sobre mis labios,
el trote incendiario que convoca las ganas,
que dormir será mañana, ahora nos queda un bocado.
Esencia
tentador bocado.
ResponderEliminarguapisima.
Aunque ya lo leí en el sitio, me gusta que acá esta todo en una sola estrofa, como debe ser pues es un aliento de principio a fin encadenado al deseo ferviente, la foto todo, te felicito, un abrazo, roger
ResponderEliminarTuyo, graciass
ResponderEliminarRoger, gracia por el aliento que supone siemopre saberse bien leída, saludos esencia.
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