Será tu silencio ordenante,
tu amante observador y egolatra,
ese tantra dispuesto a retarme
cuando derrame la última de mis ganas.
Será el macramé de tu tacto,
esos huecos blancos queriendo pintarme
la carne con los milagros
que solo los enamorados pueden darse.
Será cuando escape la espera,
cuando no ceda a involucrarme
ni se dilate más la piel que tiembla
ni se dilate más la piel que tiembla
cuando sepa el calibre de la sangre.
Y entoces será la fusta de mi saliva
quien calcina lo subcutáneo que te late,
seré yo sin apiadarme quien en carne viva
deje las tripas de tu deseo cobarde.
Esencia
Una ternura y un desgarro.......Mil besos amiga.Maria
ResponderEliminarMaría grato vover a encontrarte entre versos... gracias infinitas por tu aliento.
ResponderEliminarSiempre esencia.