Trépame...y que tus alas reposen
por los bordes de mis piernas,
viajando en lengua sin otro donde
que el jadeo donde me tiemblas.
Rociada de deseo se frunce mi sangre
y todas las llaves abren el fuego
engulléndote dentro hasta quebrarte
en el derrame por mi cuerpo.
Recorre la corriente de tu deseo
el perímetro de la seda de mi piel,
flor y cincel con aroma y verbo
conjugando tus dedos en su red.
Acaricia el roce cuando se cruzan
y arden en lunas apasionadas,
sensualidad atada que nos desnuca
y nos azula en cielos que abrasan.
Esencia