
Prolonga este vértigo vespertino
y las olas hiperactivas de mi vientre,
donde hierve tu nombre y el vino
exprimido en los versos de las sienes,
donde tienes el alma y mi apellido,
donde el nido del amor por siempre.
Extiende las caricias en la epidermis
del tiempo concedido a los placeres,
que sus mieles se rindan en el cénit
del fénix etéreo que nos sierpe;
donde el alma siente y la piel tiembla,
donde me elevas y gozas el verme
,donde la fiebre es adicción y condena.
Procura la locura en el lecho,
donde acecho con suspiros en tu nuca,
que la pulpa le sobresale al deseo
y su cuerpo dominante nos desnuda.
El cirio de la luna cae al suelo
rendido y reo de la diosa fortuna
que nos acuna en el seno de su cielo
entre velos de amor y su lujuria.
Esencia
Hola, Esencia...!
ResponderEliminarAnte todo, déjame decirte que he disfrutado pasar por este, uno de tus blogs.
Ahora, con respecto al poema, me doy cuenta que te gusta escribir poemas con rima interna, algo que no muchos frecuentan, te diré.
Me encantó leerte.
Cariños, amiga.
Luis que alegría recibirte...gracias por tu valorable comentario.La intención siempre esevolucionar pero además encontrarse agusto e identificada en esas formas...
ResponderEliminarGracia por dejar tu anotación, saludos siempre esencia.